Hace un tiempo vengo trabajando internamente el tema de las felicitaciones y/o alabanzas para los niños/as tanto con mis hijos como alumnos/as. Me quedaba pensando cada vez que le decía “muy bien, te felicito!”, o miles de palabras que evalúan positivo lo que ha hecho, y no es que encuentre que este mal, para nada, pero después de leer el capítulo 5 de este libro encontré una alternativa muchísimo mejor que me deja más tranquila y logra que los mismos niños/as vayan construyendo una autoestima positiva y potente.
Es impresionante cómo funciona. Les dejo algunas claves del texto pero si quieres entender de verdad cómo funciona te recomiendo leerlo completo y hacer los ejercicios que propone. Es de Foro Vivirlibre.org una organización Mexicana (Centro de Atención y Servicios Psicológicos), se llama “Cómo hablar para que los niños escuchen y como escuchar para que los niños hablen”.
“La alabanza útil en realidad viene en dos partes:
1. El adulto describe en forma apreciativa lo que él o ella ve o siente.
2. El niño, después de escuchar su descripción, entonces puede alabarse a sí mismo.
Recuerdo la primera vez que traté de poner en práctica esa teoría. Mi hijo de cuatro años llegó a casa del jardín de niños, me metió debajo de la nariz una página de garabatos a lápiz y me preguntó, «¿Es buena?» Mi primera reacción fue un automático «Muy buena», pero después recordé. No, tengo que describir. Y entonces me pregunté, ¿Cómo se pueden describir unos garabatos? Respondí, «Bueno ¡veo que dibujaste círculo, círculo, círculo… culebra, culebra, culebra. . . punto, punto, punto, punto, punto, punto, punto y raya, raya!» «¡CLaro!», asintió entusiasmado. Le pregunté, «¿Cómo se te ocurrió hacer esto?”. Se quedó pensando un momento. «Porque soy un artista», replicó. Pensé. «Es un proceso notable. El adulto describe y el niño en verdad se alaba a sí mismo».
En resumen en vez de alabar, describa lo que ve o lo que siente.
Lo que más me agrada en lo personal de esta forma de alabar es que es «factible». Es cuestión de ver realmente, de escuchar realmente, de observar realmente y después decir en voz alta lo que usted ve y lo que siente. Nos preguntamos cómo es posible que un proceso tan sencillo pueda tener un efecto tan profundo. Y no obstante, día tras día, basándose en nuestras pequeñas descripciones, nuestros hijos aprenden cuáles son sus puntos fuertes. Y eso va a parar a su banco emocional y nadie se lo puede quitar. Esos momentos, en los cuales se afirma lo mejor de él mismo se convierten en piedras de toque vitalicias a las cuales el niño puede recurrir en los momentos de duda o de desaliento. En el pasado hizo algo de lo cual se sintió orgulloso: en su interior encontrará la fuerza para volver a hacerlo.”
En el pdf encontrarán varios ejemplos más de cómo funciona la alabanza descriptiva, yo lo he estado aplicando hace un buen tiempo y de verdad funciona, los enanos ponen unas caras cuando uno responde con descripción y se percibe esa auto alabanza. Ayer León me llamó en el patio para mostrarme como andaba en una bicicleta “de grandes” con pedales (sin rueditas) de un vecino y en vez de decirle “wuaaau te pasaste”, le dije “Ohh León se pasó cómo coordinas los pies y logras hacer girar los pedales, estoy impresionada”, y no se imaginan la cara que puso, se sintió demasiado contento, muy orgulloso de su logro y se fue veloz en la bici.
Foro VivirLibre.org Por el Centro de Atención y Servicios Psicológicos VivirLibre.org
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“Alabanzas/elogios para los niñ@s: en vez de alabar describa lo que ve o lo que siente”


